“Interés comercial jamás puede estar por sobre los derechos humanos”. Conferencia Mundial sobre ENT

El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García, participó en la Conferencia Mundial sobre Enfermedades No Transmisibles que se desarrolló en Montevideo, Uruguay entre los días 18 al 20 de octubre de 2017. El representante del gobierno uruguayo brindó una charla en el Panel “Enfermedades no transmisibles a través de una mirada más amplia”, oportunidad en la que destacó el rol de Uruguay en el combate al consumo de tabaco.
“El laudo arbitral del litigio, que constituyó un antecedente jurídico de enorme impacto a nivel mundial, significa un antes y un después tanto para la protección de la salud pública como para la interpretación de los principales estándares de los tratados de inversión”, explicó el director de la OPP, Álvaro García, en alusión al juicio que emprendiera Philip Morris contra Uruguay con resultado favorable a nuestro país.
García recordó que la resolución del litigio es un antecedente claro para la interpretación de los principales estándares de los tratados de inversión que fueron utilizados por la industria tabacalera para bloquear la implementación del Acuerdo Marco para el Control del Tabaco. En su discurso, el titular de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) insistió en algo que el propio presidente Tabaré Vázquez sostiene: el interés comercial nunca puede estar por encima de los derechos humanos.
Con la decisión, “por primera vez un laudo arbitral confiere a los estados margen de apreciación en materia de derechos humanos en un caso arbitral internacional sobre inversiones”. Es así que en 2016 el tribunal desestimó la reclamación de la empresa y definió, por unanimidad, que las medidas uruguayas no expropiaron las marcas o negocios del Philip Morris y que la tabacalera recibió un trato justo y equitativo.
Esto incluyó a todas las políticas implementadas desde 2005: espacios libre de humo, publicidad, empaquetado y etiquetado, precios de productos del tabaco. Las medidas más innovadoras fueron la obligación de exhibir en el 80 % de la superficie de la cajilla de cigarrillos una advertencia sanitaria y el requerimiento de una presentación única por marca.
Con estas acciones se procura advertir a los consumidores sobre los peligros de fumar y se impide a la industria tabacalera que implemente estrategias que pretendan engañar al consumidor sobre la verdadera toxicidad de los productos del tabaco (descriptores engañosos como light, ultralight, blue, silver).







